El departamento de Marina Lombó pone en marcha esta iniciativa para «contribuir desde el sistema educativo al mantenimiento de nuestros pueblos»
Un total de 307 alumnos de Formación Profesional y Bachillerato de treinta y ocho municipios cántabros tendrán a partir el próximo curso, 2021-2022, transporte gratuito hasta sus centros educativos, gracias a iniciativa que comenzará a desplegarse en la Comunidad Autónoma para facilitar el transporte del alumnado de enseñanzas postobligatorias no universitarias de núcleos en riesgos de despoblación. El coste estimado para el total del curso supera los 300.000 euros y sufragará el coste del servicio para un alumnado que reside en 148 núcleos rurales distintos.
La consejera de Educación y Formación Profesional, Marina Lombó, ha informado hoy de los detalles de este nuevo servicio a los alcaldes de los municipios afectados en una reunión celebrada de forma telemática. Además, la Consejería ya ha enviado a los diez institutos con alumnado incluido entre los potenciales beneficiarios toda la información para que pudieran trasladársela durante el periodo de escolarización.
Se trata de los siguientes centros: IES José del Campo, en Ampuero, a los que llegarán alumnos desde Arredondo, Rasines, Ruesga, Soba y Ramales; IES Foramontanos e IES Valle del Saja (Cabuérniga, Los Tojos y Ruente); IES María Telo y Estelas de Cantabria, en Los Corrales de Buelna (Anievas, Arenas, Bárcena de Pie de Concha, Cieza, Molledo); IES Jesús de Monasterio, en Potes; IES Foramontanos, en Reinosa (Campoo de Yuso, Hermandad de Campoo de Suso, Pesquera, Santiurde de Reinosa, Valdeolea, Valdeprado, Valderredible, Las Rozas y San Miguel de Aguayo); IES José Hierro, en San Vicente de La Barquera (Herrerías, Lamasón, Polaciones y Rionansa); IES Ricardo Bernardo, en Medio Cudeyo (Miera y San Roque); IES Vega de Toranzo, en Corvera de Toranzo (Luena, San Pedro del Romeral, Vega de Pas y Corvera de Toranzo).
Para que pueda ser operativo el servicio y que los tiempos del transporte no sean excesivos, las nuevas rutas que se pongan en marcha para transportar al alumnado de enseñanzas no obligatorias discurrirán por las carreteras generales, hasta donde habrán de acercarse los estudiantes. No será necesario cuando por sus localidades pase ya una ruta de transporte escolar para alumnado de enseñanzas obligatorias. En esos casos, se incrementarán las plazas, con vehículos de más capacidad allí donde sea necesario.
Además, cuando las rutas nuevas o existentes pasen por municipios que no estén catalogados como de riesgo de despoblamiento pero haya plazas libres, se ofrecerán también a alumnos de enseñanzas no obligatorias de esas localidades. Es el caso, por ejemplo, del alumnado de Ramales y Corvera de Toranzo.
Una reivindicación histórica
Hasta ahora, y en cumplimiento de la Orden de transporte escolar, el Gobierno de Cantabria sufragaba el transporte escolar a los estudiantes de enseñanzas obligatorias que estudian en un municipio distinto al de residencia y a una distancia superior a los dos kilómetros. Un servicio al que, sólo este año, se destinarán 18 millones de euros, a razón de 100.000 euros por día lectivo.
Ahora, tal y como explica la consejera de Educación, el Ejecutivo quiere comenzar a “ampliar ese servicio”, contemplando también gratuidad para estudiantes de Bachillerato y Formación Profesional de zonas con especial riesgo de despoblamiento, “para que el transporte no sea nunca un obstáculo en su formación”. “El objetivo es que ni un solo cántabro no continúe los estudios tras culminar la enseñanza obligatoria por causa de las dificultades de llegar a un instituto”, ha dicho la consejera, quien ha explicado que cuando, principios de legislatura “esbozar” los proyectos que, desde el ámbito educativo, podían ponerse en marcha para contribuir al “compromiso del Ejecutivo autonómico con la Cantabria rural”, se tuvo “muy en cuenta” que estos estudiantes, de dieciséis o diecisiete años la mayoría, no tiene edad de conducir y dependía de su entorno familiar. “En muchos casos, es una complicación que influye en la balanza a la hora de decidir si se proseguían los estudios”, ha razonado.
Ahora se cumple, ha continuado, una “histórica y, también, justa reivindicación” de muchos municipios rurales, además del compromiso “firme, claro y decidido” del Ejecutivo cántabro con las zonas rurales en riesgo del despoblamiento. Un reto, sostiene Lombó, en el que el sistema educativo es “crucial”. “Queremos contribuir desde el sistema educativo al mantenimiento de nuestros pueblos”, afirma Lombó, quien ha recordado que su departamento tiene ya en vigor un paquete de medidas de “discriminación positiva” en los centros de zonas rurales, gracias a una Orden que, entre otras cuestiones, permite reforzar con más docentes de los que les corresponderían en aplicación de las actuales ratios profesor-alumno.
Lombó reconoce que esta iniciativa tiene sus “dificultades” en el plano organizativo, en un entramado, en del transporte escolar, que constituye ya de por sí “un encaje de bolillos” por la dispersión de la población en Cantabria, que realiza a la “perfección” cada año el personal de la Dirección General de Centros Educativos. Así, ha subrayado un dato que, a su juicio, revela por qué es necesario que el Gobierno de España tenga siempre claro “lo que cueste realmente un servicio público en función del territorio”: Cantabria gasta más en transporte escolar que toda la Comunidad de Madrid, que tiene más de 6,6 millones de habitantes, frente los 581.000 cántabros.
La ruta de la comarca de Campo será, junto a las de la lebaniega, la que recoja a alumnado más disperso. En concreto, los alumnos campurrianos que podrán beneficiarse de esta iniciativa –aquellos que cursan este año cuarto de la ESO o primero de Bachillerato- son 66 de 42 pueblos distintos y nueve municipios.
Uno de ellos es Hermandad de Campoo de Suso. La previsión de la Consejería es transportar a cuatro alumnos de Abiada, dos de los pueblos de Camino, Soto y Suano y uno de cada una de las siguientes localides: Argüeso, Hoz de Abiada, Ormas, Proaño, Villar, Celada, Espinilla, Fontibre, Izara, Villacantid y Paracuelles.
Por cuantía, la inversión más importante se realizará para cubrir el servicio del alumnado que viajará hasta el IES José del Campo, en Ampuero. Superará los 94.000 euros y permitirá transportar a 58 alumnos de doce localidades en cuatro municipios: Arredondo; Cerecedea, Ojébar y Rasines, en Rasines; Matienzo, Riva y Valle, en Ruesga y Fresnedo y San Juan, en Soba. Se aprovechará el trayecto para transportar también al alumnado de Gijaba, Salto Oso y Ramales, en Ramales.